De momento so ca variedade "mandarina Okitsu", da que un pouco mais abaixo podedes ver mais información.
En breve prepararemos un novo pedido.
La
variedad Okitsu pertenece al grupo de las “satsumes”, que se caracterizan por
ser árboles bajos de crecimiento pendular, lo que hace que los frutos estén
soleados y aireados, dándoles buena calidad. Las “satsumes” dan frutos de buen
tamaño, con mucho zumo y piel tersa. Por estas características son muy
apreciadas para hacer zumo, debido a la gran cantidad de que tiene cada fruto,
a su baja acidez y a que tienen una oxidación lenta, lo que permite su
conservación sin que amargue. También son muy apreciados para hacer “gajos en confitura”, éstos son los
propios de las mandarinas, pero de mayor tamaño y con mucho zumo.
La variedad “Okitsu” procede del Japón, es una satsuma temprana, pudiéndose consumir de septiembre hasta octubre. Esta precocidad en nuestro clima comporta un problema con la mosca del mediterráneo (ceratitis capittata), que la pica cuándo está casi madura, poniendo los huevos dentro que derivan en larvas después y se comen el fruto. A pesar de que se emplean técnicas de confusión sexual y trampas para rebajar su incidencia, siempre existe un porcentaje de frutos afectados, por lo cual, después de la recolección se dejan unas días en una cámara de temperatura estable, para que los frutos afectados muestren sus síntomas (purguen), pudiendo así retirarlos y evitar que lleguen al consumidor.
La variedad “Okitsu” procede del Japón, es una satsuma temprana, pudiéndose consumir de septiembre hasta octubre. Esta precocidad en nuestro clima comporta un problema con la mosca del mediterráneo (ceratitis capittata), que la pica cuándo está casi madura, poniendo los huevos dentro que derivan en larvas después y se comen el fruto. A pesar de que se emplean técnicas de confusión sexual y trampas para rebajar su incidencia, siempre existe un porcentaje de frutos afectados, por lo cual, después de la recolección se dejan unas días en una cámara de temperatura estable, para que los frutos afectados muestren sus síntomas (purguen), pudiendo así retirarlos y evitar que lleguen al consumidor.
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